Un motivo por el que no exista un estilo marcado del diseño panameño es debido quizás a que 1. se cree que no existe este estilo, y 2. no nos comprendemos.
El diseño gráfico es un reflejo del momentum cultural de una sociedad, su estatus comercial y artístico. Es la mezcla de lo artísitico y comercial, con muchas otras nociones de comunicación visual.
Un profesor durante mi formación universitaria, me comentó que el diseño depende mucho de la cultura de un país y la antropología. Como aquí no tenemos muchos estudios similares, pues no hay de dónde sacar estas bases, que en otros países son más claras.
Pero luego de vivir varios meses en el extrangero, lejos de las influencias norteamericanas que abruman y ciegan al país, pude percatarme del enredo cultural en que vivimos.
Pude darme cuenta que quizás estemos en una encrucijada cultural, donde se estén cimentando los futuros valores culturales de la nación.
Las distintas influencias culturales por las que estamos pasando y hemos sido objeto, nos han moldeado a la manera que somos hoy.
Somos un caldero cultural de las principales potencias mundiales: hemos sido influenciados por la cultura española, la francesa y la norteamericana... Actualmente hay una gran influencia de la cultura popular japonesa y china. Además, de las culturas indígenas y afroantillanas.
Eso es lo que somos... un gran caldero de culturas... Pero con el pasar del tiempo se van a ir mezclando hasta generar algo más perceptible, que nos dará la identidad panameña.
Por eso, muchos piensan que el diseño importado, diseño norteamericano o europeo es mucho mejor que cualquier cosa que se realice aquí.
Lo que pasa es que nadie mira lo que pasa en las calles, lo diario, para poder obtener sus influencias, quizás por considerarlas muy banales y de muy mal gusto.
Pero en los otros países, en aquellos que tanto admiramos, es lo que hacen: mirar a su alrededor para inspirarse... por eso tienen su éxito.
También digo que hay que mejorar la educación de diseño en el país para elevar su grado de refinamiento que puede calificarse de regular a bajo.
Pero hasta que dejemos de avergonzarnos de lo que somos, y los ghettos que dirigen la vida comercial dejen de inmiscuirse y dar su opinión en los resultados gráficos y se atrevan a experimentar más, podremos entonces "alcanzar la victoria".
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